miércoles, octubre 12, 2005

Mi abuelo...

Hola amigos, hace dias que ando pensando en escribir sobre mi abuelo, pero de pensarlo me ponia triste... Ahora no tanto, asi que aprovecharé.
Lo recuerdo joven (en lo físico, siempre representó menos edad), él era fuerte, protector, callado, generoso; seductor (él podia convencerme de cualquier cosa... manipulador? un poco). Su pelo negro, su vigote, su cara angulosa, su sonrisa flaca, su espalda ancha, su voz ronca (como para la radio). Él era mis ojos. Yo era sus ojos también. Desde que tuve uso de razón se preocupó de mi y me amó, en mi vida jamás he conocido a otra persona que me amara tanto. Me llevaba y traia del colegio a la casa, o a cualquier lugar donde yo lo necesitara, se preocupaba de mis notas, de si tenia o no amigos en el colegio, de conocer a mis posibles pololos... Él era mi auspiciador, mi superheroe personal, mi angel de la guarda, en una palabra mi PAPÁ.
Cuando chjiquita, no veia esto, y me entristecia pensando que no sabia lo que era tener un papá... pero estaba ciega, por suerte eso no duró mucho tiempo, a los 18 ya sabia que tenía al mejor padre del mundo: mi abuelo.
Cuando se fue, entré en este tunel, en esta noche. Al comienzo fue horrible, me dolia el cuerpo, y el alma, mi angustia deboraba los minutos, las horas, los dias, no dormía, ni pensaba con claridad. El DOLOR se convirtió en lo unico palpable y real. Pasaron los meses y poco a poco comenzaron a aparecer otras cosas... mi familia y mi Padre (el de arriba) fueron un apoyo sin el que ... no sé que sería de mi. Fui a visitar a mi mejor amiga, allá a Sau Pablo (Brasil) y alli sanó un poco mi herida y pude comenzar a reconstruirme, recojiendo los miles de pedacitos que quedaron.... La reconstruccion aun no termina. Pero puedo sonreir mientras escribo esto y pienso en lo afortunada que fui, que soy al tener todos esos hermosos recuerdos y la experiencia de haber tenido tan cerca a un hombre como pocos: recto, veraz, que sabia lo que era el honor y defendia sus principios con la fuerza de un titán. Un hombre que aunque nunca aceptó una religión, me enseño lo que era "vivir la fé": siendo un hombre de bien, amando a su familia y adoptando a tantos "dando hasta que duela", pero a él nunca le dolió, jamás se quejó de nada, solo lo vi enfermo una vez (al final, en los ultimos meses, solo Dios sabe cuanto él sufró). Solo me queda agradecer y pedirle a Dios que me de la fuerza y el caracter para parecerme solo un poco a mi papito. Cada paso en mi vida ha sido un regalo, incluso estos tan duros y dificiles. Espero ser digna de todos estos regalos celestiales.

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1 Comments:

Blogger Dsanz said...

Emociona tu relato.
En lo personal también he querido escribir de mi abuelito, pero no he podido, aun me duele haberlo perdido hace unos años. Quizas lo intente más adelante, son muchas las emociones acumuladas, este post me da ánimo para ello.
Me alegra que tengas buenos recuerdos del tuyo.
Un abrazo y nos leemos

12:46 p. m., octubre 18, 2005  

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